Confía en mí: lo que sigue está enfocado en la vida. Es sólo que antes quiero darte un poco de contexto sobre las cosas que han disparado la reflexión que estoy pronto a compartir contigo.
Hace unas semanas varios eventos relacionados a la muerte se suscitaron de manera consecutiva। La hija de una amiga de mi esposa, una joven de veintitantos años, madre de una hija de tres meses de edad, murió súbita e inesperadamente por un paro respiratorio. Un vecino, dos casas más arriba que la mía, también se fue luego de una prolífica vida de más de ocho décadas. La mamá de otra amiga también salió de esta vida. Un actor de mi país, Venezuela, tuvo un paro cardíaco fulminante.
..................................................
.........................................................
¿Qué estarías dispuesto a soltar, a eliminar, a regalar, a liberar de tu vida, si supieras que tan sólo te quedan unas semanas de vida?
La muerte, en este sentido, es una herramienta de vida। Saber que viene te hace apreciar más lo que hoy vives y poner en perspectiva aquello que sin necesidad te puede estar estresando.
Así que no te olvides de ella।
Eso sí, tenla presente sólo lo suficiente como para impulsarte…
¡a vivir plenamente!
Ref।Publicado 15 Marzo