Todo tiene su tiempo, y todo tiene su hora. Tiempo de nacer, tiempo de vivir y hora de morir.
Eclesiastes 3:1-2
ÁMENSE EN SU TIEMPO DE VIVIR …
Era una noche oscura y fría. Daniel bebía un café sentado en su sillón favorito en la sala de estudio de su casa.
Su familia dormía, mientras él reflexionaba sobre muchas cosas, tantas, que perdió la noción del tiempo.
Eran las tres de la mañana, llevó su taza vacía al lavaplatos, y abrió el refrigerador para prepararse algo de comer.
Cuando cerró la puerta, vio junto a él a una figura muy conocida, pero nada apreciada…era la muerte!!
La espectral imagen le arrebató el sueño en un
instante, lo miró fijamente y le dijo con voz tenue
¿Sabes a qué he venido?
El asintió con la cabeza y dijo:
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papá, me despiertas para decirme que es domingo?
no hijito, no dormí, los desperté para decirles que los amo !!
- ya viejo, ven, échate un rato a mi lado.
Y luego de años, ambos se durmieron abrazados …
no hijito, no dormí, los desperté para decirles que los amo !!
- ya viejo, ven, échate un rato a mi lado.
Y luego de años, ambos se durmieron abrazados …
No juguemos ese ajedrez,
abracémonos ahora
Saludos afectuosos…
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